El lunes pasado Quilmes visitó 25 de Mayo para enfrentarse a Alianza en su feudo. En un partido que nuestro equipo jugó muy mal, nunca pudo controlar las acciones ni desarrollar el buen juego que nos tiene acostumbrados para poder llevarse los tres puntos y forzar una final por la Liguilla con River que en esos momentos ya le iba ganando a Atlético.
Un trámite de partido que fue muy cambiante, termina el primer tiempo empatado 1 a 1, con gol convertido para Quilmes por Facundo Martinez. Para el segundo tiempo Quilmes sigue sin encontrar el buen juego pero a impulso de algunas individualidades se pone 2 a 1 con gol de D. Pécora y luego Alianza que remonta el tanteador y pasa 3 a 2.
Sobre el final faltando 3 minutos Quilmes logra el empate y ahí comienza lo lamentable. Facundo Martinez que va a buscar la pelota para reanudar rápido el juego y es agredido por varios jugadores de Alianza. Mauricio Godoy, ayudante Técnico de nuestro equipo que ingresa a separar, también es agredido y los chicos de Quilmes que defienden a su compañero ante la pasividad de la gente de Alianza. El árbitro Suarez que da por finalizado el encuentro, al expulsar a 5 jugadores de Alianza y quedar en inferioridad numérica.
Lamentable todo lo ocurrido por varias razones, primero por ser un partido de categorías formativas, segundo porque Alianza no se jugaba nada y parecía que se estaba disputando la final del mundo, durante todo el encuentro profirieron insultos hacia jugadores y Cuerpo Técnico de nuestro equipo y el árbitro del encuentro que fue demasiado permisivo con el juego brusco de los jugadores de Alianza.
Luego del encuentro un padre que fue víctima también de las piedras y de no mediar la intervención del Técnico de Alianza, el problema hubiera sido peor.
En conclusión, la peor parte se la llevó Facundo Martinez que tuvo que ser internado por un fuerte golpe en sus riñones, del cual hoy se viene recuperando, por suerte, y que su pecado fue querer reanudar el juego lo más rápido posible para poder aprovechar esos pocos minutos que quedaban del partido para lograr un triunfo justo y leal y no ganar a lo guapo y llevarse los puntos a los ponchazos como todavía algunos imbéciles creen que se puede ganar en el fútbol de hoy, por suerte son los menos.
Ahora Quilmes deberá jugar la final de la Liguilla con River, un rival duro y de buen juego, pero los nuestros tienen iguales méritos, que lo han llevado a esta definición. Podemos ganar y festejaremos, pero también podemos perder y ahí seremos respetuosos del resultado y lo aceptaremos mordiendo los dientes porque a nadie le gusta perder pero con la altura de las circunstancias como lo hemos hecho en otras categorías de formativas. Salú gurises, ustedes ya son campeones.
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