Te conocimos inicialmente por tu pasaje por el fútbol infantil de Quilmes y empezamos a forjar juntos lo que fue sin duda el comienzo de un cambio para esa rama de nuestro Club que lo catapultó para encontrarse hoy entre los mejores. Pero no solo los mejores en cuanto a triunfos, sino también en cuanto a infraestructura para el trabajo de los Técnicos, en cuanto a tener una cancha en condiciones, el trabajo en fundamentos técnico-tácticos y sobre todo en la parte humana de la formación de los niños. Fuiste un pilar para ese cambio, y a pesar de no ser simpatizante ni hincha, abrazaste nuestra institución con una pasión que te llevó a colaborar con ella y a defenderla como pocos. Era muy común verte no solo en la cancha, también colaborando fuera de ella, haciendo canelones, vendiendo rifas, etc. Ni que decir, a la hora de ayudar a alguien que lo necesitara, siempre estaba tu mano tendida para un niño, para un padre o para un dirigente, siempre tenias una solución hasta para el problema más grave.
Yo no se si tu pasaje por Quilmes fue como Director Técnico, tampoco como formador de chicos solamente, fue como Formador de Vida, para todos quienes te conocimos. Luego la vida, como siempre respetando los ciclos, te llevó por otros rumbos, pero siempre estuviste presente, con una llamada, con un mensaje o simplemente detrás del tejido, siguiendo a tus pichones cuando ya dejaban la cancha chica y empezaban a volar por el Fútbol Mayor.
En todo lo que hacías le ponías tus convicciones pero también tu corazón, ese corazón que te resultó tan débil en cuanto a tu salud, pero tan enormemente fuerte para brindárselo en solidaridad y cariño a los demás.
Así que para nosotros no eras ni Angel, ni Chiche, ni el Mayor, ni el Coronel, para nosotros eras cariñosamente “El Viejo”, con todo lo que implicaba la impronta de tu sabiduría y el saber estar siempre “adelantado a la jugada”, que nos llevó muchas veces a interminables noches de encendidas discusiones frente a la parrilla o con un amarillo de por medio. Por eso hoy te nos adelantaste, te fuiste seguramente a darle una mano alguien, que te llamó de quien sabe donde para organizarle alguna categoría que esta muy floja y que no le gana a nadie. Indudablemente que te conocen en todos lados y saben que no les vas a fallar como nunca nos fallaste a nosotros.
Por eso pienso que ya debe estar pegado a alguna línea de cal, con tu campera verde, pegando algún grito, dando el aliento acertado o tirando la gorra al aire con un gol en la hora.
Gracias por todo Viejo.