Dentro de la cancha te refriega por la
cara una tarjeta ya sea amarilla o roja
cuando te la saca para hacerle saber al
futbolista o al público en general que éste esta observado o expulsado.
Hace gestos ampulosos constantemente llegando al borde de la
provocación y su protagonismo va en aumento a medida que pasan los minutos de
juego o sea que se pone por encima de los verdaderos protagonistas de un
espectáculo de fútbol que son lo
jugadores de fútbol.
Su estilo también incorpora el pitar en forma constante
faltas o roces que muchas veces son inexistentes y que solo sirven para agregar
factores de irritación dentro y fuera de la cancha.
Esta “forma” de pitar demuestra claramente su falta de
personalidad y confianza.
Imparte justicia abusando de su poder y muchas veces
haciendo alarde de él, corre 20
metros para “rezongar” a un entrenador o directamente
provocarlo como hizo ayer con Fernando Bruno.
Bruno es expulsado a los doce minutos de partido y tengo la
absoluta certeza que lo hace sin mediar palabra o insulto alguno de parte del
D.T.
Luego de decretada la expulsión Bruno reacciona mal y a su
vez al término del primer tiempo Fernando entra a la cancha para increparlo.
A ojos vista de los presentes Bruno no debe comportarse así,
debe dar el ejemplo.
Estoy de acuerdo, debe dar el ejemplo, a mi no me gusta que
mis compañeros jugadores o entrenadores reaccionen así, no lo comparto.
Ya lo hemos hablado.
Ahora bien, quien desencadena estos acontecimientos?
La respuesta es clara:
DAMIAN CON SU “ESTILO”.
Pero Damián no se limita a una cancha de fútbol, lo hace
también en el vestuario y ayer lo viví personalmente.
Una vivencia desagradable que no quiero repetir pero que
tampoco quiero dejar pasar por alto.
Damián me convoca al vestuario, junto con el Delegado del
Club Nacional de Fútbol Sr. Justino Vega, estando presentes también en ese lugar: la terna arbitral, la guardia de seguridad, la policía y algunos
árbitros colegas.
Su mensaje es claro: “si no paran con los insultos y si no
tengo garantías suspendo el partido”,
Yo le respondo: “La máxima autoridad dentro de la cancha es
usted, si usted considera que los encargados de dar seguridad no se la pueden
garantizar tome la decisión que tenga que tomar, si cree que debe suspender,
suspenda.”
Dicho esto y luego de un intercambio de palabras “subido de
tono” me retiré del vestuario, dejo constancia, por las dudas, que en ningún
momento le falté el respeto al árbitro y de esto tengo testigos.
Ahora bien, cada cual en su rol, si Damián pretende que yo
como Presidente de Quilmes debo asumir
para mi la responsabilidad de hablar con mi hinchada cuando él ni siquiera hace el intento de pedirle a los encargados de la seguridad (seguridad
privada y policía) que activen el protocolo de seguridad que existe para estos
casos SE EQUIVOCA.
Que quiero decir con esto, quiero decir: que sea la
seguridad presente en el partido la encargada de comunicarle a los hinchas la
situación planteada por Damián.
El mensaje era claro, “muchachos paren la mano o suspende”
pero ojo no era sólo para los hinchas de Quilmes, era para todos los presentes,
para Nacional también.
Así posteriormente y antes de empezar el segundo tiempo SE
HIZO, la policía cumplió con su rol.
En el vestuario me sentí que me “estaban metiendo el gaucho”
y eso nunca lo he tolerado, no lo tolero y no lo toleraré mientras respire en
este mundo.
No me gusta la prepotencia y menos la soberbia, desde mi
lugar voy a combatirla mientras viva.
Un capítulo especial para la familia de Quilmes que está
acompañando al equipo como nunca, todos los que formamos la Comisión Directiva,
los allegados, los jugadores, el cuerpo técnico agradecemos tanto apoyo.
Ayer me fui de la cancha con sentimientos encontrados, sentí
amargura, impotencia, tristeza, no por el resultado en sí porque esto es un
juego, se gana y se pierde y Nacional hizo 3 goles y nosotros 1, sino por lo
vivido con árbitro Central Héctor Damián.
Pero por otro lado y esto es lo más importante, me fui
GRATIFICADO porque gente de Quilmes que
hacía mucho tiempo que no iba al fútbol
volvió contra Atlético y ayer fue nuevamente.
A estos se les agregaron otros y eso me llena de orgullo.
También agradezco las palabras de aliento y felicitación que
me hicieron llegar hinchas y dirigentes de Nacional, que se suman a la gente de
Atlético la semana pasada, por el desarrollo de las obras y el estado de la
cancha de nuestro Complejo Deportivo. Gracias.
PREPOTENTE: Más poderoso que otros o muy poderoso // Que
abusa de su poder o hace alarde de él. = PREPOTENCIA.
SOBERBIO: Que tiene soberbia o se deja llevar de ella //
altivo, arrogante.
SOBERBIA: Orgullo y amor propio desmedidos // Exceso de magnificencia o pompa.
FUENTE: Diccionario de la Lengua Española – OCEANO
PRACTICO.
Firmado: Héctor Eduardo BRUNO ORLANDO
C.I.
3.103.210-9
Presidente
del Club A. QUILMES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario